Es el tercer restaurante que abre la familia en Madrid y los tres tienen algo en común, su buena ubicación.

Primero fue Cubiertos de Gloria, después Taste Gallery y ahora una arrocería.

En un primer momento la Antigua Casa de la Paella puede parecer un espacio diseñado por y para el turista de calcetín blanco y chancla de velcro por la zona en el que está, pero no.

Entrar en este local es hacer un viaje a la cocina tradicional donde el respeto por la materia prima es fundamental. Un espacio amplio, distribuido en dos plantas, ordenado y decorado con gusto sin caer en tópicos donde materiales como la madera de los muebles, el hilo de los manteles y el cuero de las maletas y baúles, que decoran el espacio, destacan.

Ojo a la barra  de bar construida a base de maletas apiladas. Un lugar donde lo importante no es sólo comer bien; sino disfrutar de un entorno agradable y muy cuidado.

La verdad es que la cena prometía. Volví a ver a buenos  amigos de los que hacía tiempo que no sabía nada de ellos y reencontrarse siempre apetece.

Aperitivo

Nos recibieron con el mejor aperitivo del mundo…un cubo gigante de mantequilla casera junto a una cesta de pan natural tostado. ¡Dios mío! Una perdición…podría alimentarme toda la vida de tostadas de mantequilla “de la de verdad”.

Entrantes

  • Ensalada de pimientos asados con sardinas ahumadas
  • Croquetas melosas de jamón ibérico.
  • Tortilla de bacalao confitado con cebolla caramelizada
  • Steaktartar de solomillo sobre tuétano asado

Para mi gusto las croquetas y el steaktartar se merecen un piso en la playa. Adoro las croquetas crujientes por fuera y súper melosas por dentro, se les veía los trozos de jamón entre la bechamel.

Desde que probé por primera vez el tuétano hace un par de años quedé muy sorprendida por su sabor. Sé que no es un plato con muchos adeptos pero de verdad, si tenéis la oportunidad de probarlo, hacedlo.

Morir de amor por arroz

Tengo que reconocer que no soy una experta en arroces. Córdoba, la tierra que me vio nacer, es famosa por su “perol”, un arroz meloso que recibe ese nombre por el recipiente donde se elabora. Estoy acostumbrada a esa textura, el que siempre se ha cocinado en mi casa.

Para mi esta cena fue un gusto, un lujo y un descubrimiento en torno al arroz.

Lo primero que me enseñaron fue que cualquier arroz debe estar en su punto perfecto. Una normal clave para que todo funcione.

  • Paella de verduras de temporada. Elaborado en paellera típica, destacaba el sabor intenso de los ajetes, espárragos, tomates, coliflor… el grano estaba muy suelto.
  • Paella valenciana. La auténtica, en su punto justo. Esto dicho por una amiga experta en arroces. Con pollo, conejo, garrafón y verduras.

Como cordobesa me llamó la atención la textura de ambos. No estoy acostumbrada a comer arroz tan seco pero reconozco que me sorprendieron gratamente.

  • Arroz meloso de bogavante. Mi favorito por excelencia. Me encanta el arroz con marisco, creo que aporta un sabor diferente.
  • Arroz meloso con pollo de corral, boletus y foie. Muy muy potente, no pasaba desapercibido. Fue el más caldoso de todos.

Ambos se presentaron en perol. Quizás me siento más identificada con estos dos últimos en cuanto a textura y elaboración.

Postres

Como colofón cerraron la noche una deliciosa tarta de queso con mermelada de melón, un arroz con leche especialmente cremoso y un strudell de manzana que aún estaba caliente cuando lo sirvieron.

Tengo muy claro que es un sitio que recomendaré a los amigos, la familia…a todo el que quiera comer un buen arroz por La Latina.

El precio de los arroces está bien,van desde los 18 euros el negro y el de verduras, hasta 27 euros el meloso con bogavante.

Antigua Casa de la Paella

Dirección: C/ de la Pasa, 2, Madrid

Página web: www.antiguacasadelapaella.com