La familia Galleta crece en Madrid con María y la Galleta

Maderas gastadas por el tiempo, retratos realistas, cestos de esparto con flores secas y sillas de madera y rattán. Todos estos elementos dan vida a María y la Galleta, la nueva apuesta gastronómica del empresario madrileño miembro de la conocida familia galletera, Carlos Moreno Fontaneda. Así, con María y la Galleta, el grupo hostelero abre su último restaurante en Madrid, en el número 5 de la calle Barceló. Se trata de un enclave perfecto para un proyecto que busca seguir creciendo, expandir la marca y hacer fuerte al Grupo Galleta con una propuesta que aúna en su carta platos internacionales de cocina peruana y mexicana con los hits galleteros. 
Destacan recetas como las berenjenas rebozadas en galleta con pomodoro y pesto, las flautas de pollo rebozadas en galleta y sésamo con dips, los chipirones con arroz negro de tinta de calamar y alcachofas con parmesano rallado y la carrillera de ternera a baja temperatura sobre crema de patata con leche de coco y pimiento dulce.
Chipirones con arroz negro de tinta de calamar y calcachofas con parmesano rallado
Flauta de pollo rebozadas en galletas y sésamo con dips
Entre las incorporaciones que ha querido hacer su chef Cosmin Nicula en María y la Galleta se encuentra el tartar de atún Balfego, salsa nikkei, huevo frito y arroz sushi y los tacos de bacalao en tempura con salsa de piquillo asado y huevas de pez volador.
Como no podía ser de otra forma, los postres de María y la Galleta son caseros y elaborados con galletas Fontaneda. En sus especialidades se encuentran la tarta de mamá de galleta y chocolate, el crumble de manzana con crujiente de galleta y helado de vainilla, la tarta de queso con base de galleta y el brownie con helado de galleta o vainilla.
Tostas de pan con tomate y atún rojo Balfego
Poke bowl de salmón con setas oreja de madera, aguacate y arroz sushi
Tarta de Mamá
Así, este restaurante del barrio Justicia apuesta por una cocina ideal para picotear algo antes o después de un paseo por las calles de Malasaña. Además, su cocina permanece abierta para disfrutar por la tarde de sus meriendas. Lo clásico y especial está presente también en la decoración del restaurante.
Cuadros, bastones, llaves antiguas, frascos de farmacia y piezas antiguas que podrían venir del Mercado de Las Pulgas en París son algunos de los detalles con los que Carlos Moreno Fontaneda crear un universo mágico y una atmósfera de cuento, propia de Alicia en el País de las Maravillas. Piezas que pertenecían a su tío Ángel, un gran coleccionista.
En María y la Galleta, al igual que en sus “hermanos mayores”, se ha cuidado mucho la iluminación. Durante el día, los clientes pueden disfrutar de la luz agradable y natural que entra a través de sus grandes ventanales, que rodean de esquina a esquina todo el salón. Desde el interior, se puede observar el antiguo Real Hospicio de San Fernando diseñado por Pedro de Ribera y el nuevo parque de Tribunal.
Por la noche, el restaurante se tiñe de un tono dorado que crea la atmósfera perfecta para una cena romántica, una celebración íntima con amigos o tomarse la primera copa después de cenar.
Sus suelos de madera recuperada en espiga, sus mesas de mármol y latón dorado, sus sillas de madera natural, así como sus vigas de hierro y madera, hacen de María y la Galleta un lugar mágico para los amantes de la decoración y la buena cocina. Además, como ya es habitual en los restaurantes de Carlos Moreno Fontaneda, los clientes se sentirán partícipes de la carta. Ésta se actualizará con frecuencia, incorporando los favoritos de la sección de sugerencias del mes y platos de temporada.

María y la Galleta

Dirección: Calle Barceló 5, Madrid