Esta semana hace un año que quintoelemento abrió sus puertas en la capital, y desde entonces no ha dejado de sorprendernos. Consolidado como una de las aperturas gastronómicas más relevantes y sorprendentes de la capital. Situado en la séptima planta del edificio de la discoteca Kapital de la calle Atocha, su espacio ofrece una experiencia inmersiva y futurista que envuelve y atrapa al comensal bajo una espectacular bóveda 3D que se abre inmensa al cielo de la capital, convirtiéndose en una espectacular azotea. En la sexta planta se encuentra un espacio singular, destinado a grupos reducidos que solicitan la máxima privacidad.

Su nombre evoca a los cuatro elementos de la naturaleza que están representados en el restaurante: tierra, fuego, aire y agua, conformando así su quintaesencia. El elemento tierra está muy presente en la decoración de los ambientes con unas espectaculares paredes revestidas, pieza a pieza, con mosaico de madera de roble y pino. Un sushi bar realizado en ónix rojo contrasta con el llamativo mármol luminious de las barras de coctelería. El alabastro resalta en elementos estratégicamente situados, como lavabos y recepción. El elemento aire más que presente al abrirse la bóveda del techo y los elementos fuego y agua espectacularmente representados en las pantallas led interactivas.

El Sky Restaurant, de 800 m2, se encuentra en la séptima planta y ofrece una experiencia gastronómica y audiovisual espectacular y envolvente: videoarte, pantallas led interactivas de gran formato y vídeo mapping que evolucionan, mutan y se transforman, proyectándose en paredes y en una gran cúpula que se abre en su totalidad al cielo de la capital. La bóveda, elemento clave del espacio y de la experiencia, cuenta con una de las mayores pantallas cóncavas retráctiles, en una instalación de estas características, con una superficie de 180m2 donde se proyecta contenido de ultradefinición 4K. Un avanzado sistema de iluminación de led dinámica acompaña cada imagen transformando el espacio que fluye y muta armónicamente, creando experiencias diferentes para el consumidor.

En la sexta planta encontramos un espacio de 300 m2 para grupos reducidos y eventos, donde todo invita a la privacidad. Aquí, custodiada entre materiales nobles, se encuentra la bodega que alberga una cuidada selección con más de 200 referencias.

El chef Juan Suárez de Lezo está al mando de la propuesta gastronómica del restaurante. Juan Suárez, natural de Córboda, estudió inicialmente en el Cordón Bleu de París, para posteriormente formarse en los fogones de cocinas tan reconocidas a nivel nacional como las de Arzak, El Bulli o Mugaritz y a nivel internacional en Per Se con Thomas Keller, Eleven Madison de Daniel Humme y Betony-. La carta del restaurante refleja la influencia asiática y latinoamericana que caracteriza su cocina viajera, un influjo que se saborea con gusto en cada plato, rescatando sabores de su infancia, de sus raíces andaluzas, empapándose de tradiciones y recetarios que incorpora a su cosmopolita cocina.

chef Juan Suárez de Lezo

El resultado es una carta con carácter, de inspiración cosmopolita y viajera, abierta de mente y basada en un producto de calidad, cuidadosamente seleccionado. Pinceladas asiáticas y latinoamericanas se entremezclan magistralmente conservando una sólida base mediterránea. Platos elaborados para sorprender y compartir, a partir de una visión ecléctica y moderna que también apuesta por un espectacular sushi bar de elaboración tradicional.

La propuesta gastronómica

Para comenzar nada mejor que poder compartir platos tan sugerentes como unas ostras al natural o con salsa ponzu, un tiradito de salmón marinado con ají panca, causa limeña y patata morada, unas gambas rojas dos texturas o unos tacos Jisui Da para hacérselos uno mismo y compartir, a base de alga nori crujiente, shiso y tartar de atún. También tenemos alguna más clásica como el jamón 100% ibérico de bellota y si nos queremos dar un capricho la opción del Caspian Caviar Imperial Gold.

Para continuar bien podemos optar por platos japoneses que se elaboran en el sushi bar como sashimi variado, nigiris, gunkan y diferentes makis rolls, u opciones de tartar y ceviche, flores de alcachofa, gazpachuelo verde con hamichi y granizado de manzana y amontillado entre otros.

Como platos principales también encontramos fabulosas propuestas como el chili crab del señorito, con bogavante y soft shell crab, chipirones rellenos de cebolla caramelizada y papaya, raya adobada con emulsión de lima kafir. Y si lo que nos gusta es la carne destacamos la hacha de ternera lechal, el cebón madurado de vaca o la original molleja glasesada sobre parmentier de chirivía. Sin una una extensa carta donde encontrar platos para todos los gustos.

Y nada mejor que un buen postre para finalizar una buena comida. El elemento agua lo conforma una ostra dulce con caviar de mango con bizcocho de albahaca y cobertura de coco y mango. La tierra se representa por un impresionante pastel de semilla de cacao con base de chocolate y avellana. Para el fuego un clásico baked Alaska con café y whisky flambeado que, sin duda, será la nueva tarta de queso. Dos postres con nitrógeno: uno para el elemento aire a base de pistacho y fresas y el otro. Para terminar, un frozen margarita de yuzu que representa al último elemento en su versión más etérea.

La Bodega del restaurante

La carta de vinos de quintoelemento es rica, dinámica, vibrante y con un plus añadido, el de poder disfrutar de más de 30 referencias por copas, una gran oportunidad para probar vinos diferentes, con el sistema Coravín, -como el Vega Sicilia Valbuena, Delamotte Brut Rose, Flor de Pingus o Pacalet Chassagne-Montrachet, entre otras. En la carta llama especialmente la atención el gran despliegue de vinos tintos, una selección que apuesta por las denominaciones de origen nacionales con más de 135 referencias, entre grandes etiquetas, algunas rarezas y otras opciones más accesibles. Una gran muestra de blancos y rosados aromáticos, frescos, fragantes y siempre expresivos, una gran variedad de perfiles de sabor recogidas en 54 etiquetas.  Los espumosos son una gran apuesta en quintoelemento, en concreto los champanes, pero en sus más de 40 referencias también hay hueco para cavas y algún espumoso de sake. Una pequeña representación, pero muy acertada de vinos dulces y generosos que también se pueden degustar por copas, cierran la carta.

Los cócteles más originales

Podemos disfrutar de un buen cóctel después de la comida, o incluso para poder acompañar la misma o antes de empezar. Aquí nos seguimos sorprendiendo con sus deliciosas propuestas. Entre sus opciones destacamos el Mojito de violeta, a base de licor de violeta, en homenaje al famoso caramelo de Madrid y la exótica Caipiriña de pera y tamarindo con base de cachaza, puré de pera, zumo de tamarindo y lima. En los cócteles aperitivos nos quedamos con el Bergamota Spritz, realizado con prosecco bio, licor de bergamota y manzana ácida; muy rico, diferente y algo más seco que su predecesor. Como cócteles clásicos se incluyen la Paloma, con base de tequila reposado, soda de pomelo, zumo de limón y sirope de agave, simplemente delicioso.

Restaurante quintoelemento

Dirección: Atocha, 125 – 7ª planta | Madrid

Horario: lunes a domingo de 13.00 h. a 02.00 h.

Teléfono de reservas: +34 91 853 26 28

Página web: www.quintoelementorestaurante.com