Las torrijas son sin duda el producto más tradicional de estas fechas, a un paso de celebrar el comienzo de la Semana Santa el Domingo de Ramos, son muchos los establecimientos que desde el principio de la Cuaresma tienen una oferta variada de este dulce. Saladas, al horno, dulces, rellenas, con stevia… ¿Tú con cual te quedas?
Cada año la primavera abre la veda para presentar la versión número 5.673 de la torrija, no sé si os habéis fijado pero este año es tendencia la torrija de leche con coulis de frutos rojos que eso más que una torrija parece una tarta de queso.
Este delicioso manjar nació como alivio dulce de los conventos y monasterios para la Cuaresma y aprovechar el pan de días anteriores. En origen no se freían con huevo.
¿Por qué hacer versiones diferentes de un producto que funciona bien?, ¿están las pastelerías obsesionadas con la novedad?, ¿es por qué desean su momento de gloria en algún medio de comunicación?…
Estas fueron algunas de las preguntas que me hice al ver las primeras torrijas en los escaparates de todas las pastelerías.
Son miles los turistas que llegan a nuestra ciudad estos días y unas de las primeras cosas que hacen es inmortalizar, con una foto, su pie en el km 0 y pensé… Si yo soy visitante en la capital y quiero probar una torrija, ¿dónde puedo probarla cerca de aquí?
Ese fue mi punto de partida para decidir hacer una cata de torrijas. Saqué el mapa y decidí visitar algunos de los establecimientos más emblemáticos de la capital que estuvieran a 1 km máximo de Sol.
Antes de empezar me gustaría decir que las torrijas de los cuatro sitios estaban espectaculares además del maravilloso trato que recibí de todos sus profesionales. Lo que lean a continuación es sólo una opinión personal. Por supuesto son muchos los factores que entran en juego: como estuviera el pan ese día, la elaboración, tiempo…
La Mallorquina
Dirección: Puerta del Sol, 8, Madrid
Página web: www.pastelerialamallorquina.es
Sus inicios se remontan a 1894 y desde el principio, esta casa ya marcaba maneras, y buenas formas. Empezando por los productos como la ensaimada, siempre acompañada de un chocolate calentito, embutidos, conservas, el famoso huevo hilado, la sobrasada mallorquina y vitrinas llenas de bombones que parecían pintados por algún pintor de palacio.A día de hoy, La Mallorquina afronta el siglo XXI de la mano de la tercera generación de las familias Quiroga y Gallo, conservando la esencia de los inicios, sin renunciar a los nuevos tiempos.Sus productos y servicios son recomendados en cientos de guías internacionales. Y como dicen ellos: “De Madrid al cielo…pero pasando por La Mallorquina”
Torrija: de leche
Precio: 2,80 euros
Packaging: Muy cuidado con papel personalizado, bandeja de cartón y cuerda. Utilizaron bastante papel para envolverla y que quedara perfecta.
Observación: Buen tamaño y exquisito sabor por el centro de la torrija. Los bordes estaban más secos.
Casa Mira
Dirección: Carrera de San Jerónimo, 30, Madrid
Página web: www.casamira.es
Si por algo son famosos son por sus turrones y mazapanes. Desde su fundación, en 1855, esta casa centenaria se ha convertido en punto de peregrinación al que acuden golosos devotos. Sus secretos: recetas artesanales, productos de primera y una atención exquisita a su fiel clientela.Son considerados los mejores turrones de España pero no sólo son famosos por su turrón, vende además todo tipo de variedades de dulces extraordinarios para el paladar. Empezó su negocio en 1842 con un puesto en la Plaza Mayor y hoy en día es una de las tiendas de turrón más significativas de Europa.
Torrija: de leche
Precio: 3 euros
Packaging: Muy bien cuidado con papel personalizado, bandeja de cartón y cuerda. Utilizaron menos papel para envolverla y el papel se mojó bastante en el trayecto.
Observaciones: Buen tamaño y exquisito sabor. Muy jugosa, incluso bastante empapada. Mucho sabor.
Lhardy
Dirección:Carrera de San Jerónimo, 8, Madrid
Página web: www.lhardy.com
Con el ornato de esta bella fachada definida por el gusto del Segundo Imperio que vuelve ahora a cautivarnos, Lhardy ha sabido conservar celosamente el ambiente cortesano y aristocrático del Madrid del siglo XX, y los comienzos del XXI al mismo tiempo que las mejores fórmulas de la cocina europea.Gran parte de la historia de España se ha tramado entre la elegancia de estas paredes, bajo sus lámparas que evocan la etiqueta y solemnidad del romanticismo, y en torno a sus manteles que continúan subrayando los más delicados refinamientos gastronómicos. En este ambiente inalterable se han decidido derrocamientos de reyes y políticos, repúblicas, introducción de nuevas dinastías, restauraciones, regencias y dictaduras.
En el espejo del Lhardy, como decía Azorín, “nos esfumamos en la eternidad”, entramos y salimos del más allá. A las cotas más altas.
Torrija: de almibar
Precio: 3,50 euros
Packaging: Muy bien cuidado con papel personalizado, bandeja de cartón y cuerda. Me dieron como opción añadir canela en polvo.
Observaciones: Buen tamaño y exquisito sabor. Muy jugosa sin ser empalagoso el almíbar. Sutil la canela.
La Casa de las Torrijas
Dirección: C/ Paz, 4, Madrid
Página web: www.lacasadelastorrijas1907.com
Luis Montón, oriundo de Tomelloso, tenía unas bodegas donde producía vinos con las marcas: El Viejo, Los Viejos y El Anciano Rey. Abrió este establecimiendo en 1907 y El Anciano Rey de los Vinos en 1909 en Opera. Durante la República se elimina la palabra Rey sustituyéndola por As y la palabra Viejo/s es sustituida por Vino/s como todavía podemos ver en los carteles y espejos.
En 1970 La casa de las torrijas pasa a ser propiedad de Rufino Sanchez quien regenta el local hasta 2015. En 2016 los actuales propietarios reforman y reabren el local, restaurando el mobiliario clásico y manteniendo la receta original.
Torrija: de vino
Precio: 2,20 euros
Packaging: Caja de plástico.
Observaciones: Me llamó la atención su intenso sabor a vino, quizás es porque no estoy tan acostumbrada a consumir las torrijas de este tipo. Muy esponjosa. Más pequeña que las demás.
Como podréis imaginar, ese día no cené. ¡Volví a comer torrijas!.
Bromas aparte, si tuviese que elegir favorita, mi corazón estaría dividido entre el almíbar de Lhardy y la cremosidad de Casa Mira.
Mis abuelas, mi madre…en mi familia siempre hemos sido de hacer y consumir torrijas de leche presentadas en seco con azúcar y canela, por eso sabía que Casa Mira no me defraudaría. Pero tengo que decir que Lhardy me sorprendió muchísimo, aluciné.
Evidentemente es un tema de gustos y curiosidad, yo de momento ya tengo ganas de conocer cuál será el hit-torrijero para el año que viene.